domingo, 5 de julio de 2015

Celebra la vida reflexionando

“No desprecian a un profeta más que en su tierra”…
Son las palabras del evangelio este domingo haciendo referencia al desprecio que sufría el Maestro cuando algunos de su pueblo pretendían enlodar sus palaras y acciones aludiendo a su origen: familia, cultura, tierra…

Es el mismo flagelo que afrontan muchas personas hoy, son sometidas a todo tipo de exclusiones por su condición sexual, color de piel, estrato social, religión, nivel educativo y demás marcos que pretendemos hacer y que cuando alguien sale de ellos empezamos a juzgar, excluir y maltratar.

Este es un fenómeno marcado en nuestros pueblos, tendemos a tachar de malo aquello que no cabe en nuestras pequeñas mentes. Es decir, la diferencia nos cuesta y así negamos un principio natural visible en la realidad: la diversidad. El mundo es multicolor, multiforme, no a blanco y negro como la televisión naciente y politizada que teníamos en Colombia no hace mucho tiempo…

Este fenómeno afecta el bien común, la felicidad compartida y así el plan de Dios. Es que las personas excluidas sufren, se relegan, se excluyen, se suicidan, se ven sometidas a todo tipo de maltrato contra su dignidad. Por eso, para aquellos que seguimos al Maestro este comportamiento social es inválido y exige ser re-pensado y orientado acorde a la medida de todas las cosas: el amor.

Las acciones del Nazareno nos dan la respuesta. En Jesús no encontramos a un hombre excluyente, ni juez implacable, por el contrario es un tipo humano que comprende las falencias propias de la condición humana. No es un “alcahuete” porque comprendiendo exige la conversión y el compromiso con la construcción de “otro mundo posible”. Por ejemplo, le trajeron, prostitutas, cobradores de impuestos, leprosos y Jesús en ellos no leyó el “marco social - moral” que los excluía por sus acciones o condición, veía en cada persona un ser humano maravilloso a quien no podía más que acoger y amar.

Es hora que a ejemplo del Maestro empecemos a construir un “mundo donde quepan muchos mundos”… La “ética de mínimos” tiene mucho por aportarnos, empezar a ponernos de acuerdo en aquellas cosas mínimas para no hacernos daño; por ejemplo, no me mates yo no te mato, no me excluyas yo no te excluyo…

EQUIPO ORIENTACIÓN

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