domingo, 25 de mayo de 2014

CELEBRA LA VIDA REFLEXIONANDO


♪♪♫♪♫♫♪ “El amor es más grande que yoy que todas las cosas del mundo; más que el cielo, el sol y la tierra. Es oír una expresión bonita de paz y cariño, es hablar de lo lindo en la vida con un gran amigo y besar en la frente fruncida al ser más querido.  Es caminar, sin importar la lluvia o el sol al lado de alguien, es razonar al pretender abarcar la persona que al fin es más libre que el aire…” ♫♪♫♪♪♫♪

Como esta letra son muchas otras las que autores anónimos y reconocidos a través de sus poemas, canciones, coplas, cuentos y retahílas han dedicado a hablar de esta experiencia tan grande y significativa para el ser humano, el amor…

Es que el amor es el motor de la humanidad, de eso saben muy bien las mamás que madrugan y trasnochan por sus hijos, que asumen las mil y una tareas de la casa, que acompañan y revisan tareas, que rezan y luchan por mantener la unidad de sus hogares… También lo saben muy bien los papás, que se parten el lomo de sol a sol para llevar el sustento diario a sus hogares, que se esmeran porque a sus hijos no les falte nada, que buscan el espacio de acompañarlos y aconsejarlos…

Son testigos del amor aquellos hijos e hijas que valoran el esfuerzo de sus padres, que aprovechan las pocas o muchas oportunidades de salir adelante y que son comprometidos con su futuro… también somos testigos de ello cada uno de nosotros cuando reconocemos la dignidad en los otros, cuando caminamos a su lado, cuando los perdonamos y los ayudamos a levantarse, cuando vamos hasta las últimas consecuencias con ellos…

Es así como la ama de casa, el maestro, el médico, el abogado, el policía, el cura, el carpintero,  el pastor,  el zapatero y cada persona desde su opción profesional o vocacional es y puede ser testigo del amor de un Dios que nos amó primero y que se da a los otros en cada uno de nosotros…

En un mundo que se habla tanto del amor, en donde la televisión, el cine, el teatro y la música nos lo presentan de una manera tan práctica, tan fácil de vivir, hasta el punto de su banalización es necesario volver a mirar hacia lo verdaderamente importante, el otro, esa es la garantía de la calidad de nuestro amor… Porque el amor es la razón de nuestra esperanza humana y cristiana, de la cual nos habla hoy la carta de Pedro cuando dice  “estén siempre prontos para dar razón de su esperanza a quienes se lo pidan.”  Es decir, repartan amor por donde quiera que vayan,  “pero con mansedumbre y respeto y en buena conciencia”, no lo impongan a la fuerza como muchos hoy día quieren imponernos sus modos de pensar, sus proyectos, sus ideas… Esa será la garantía más sólida de que Dios nos ama, de que camina a nuestro lado, de que nos motiva a escribir derecho en los renglones torcidos de esta historia que ya está saturada de lo mismo.

Es entonces el momento de tomar consciencia del papel tan importante que cada uno cumple en el desarrollo de la historia y avanzar en la transformación de este mundo, pero con amor, con voluntad, con transparencia, con solidaridad, compartir y amistad, teniendo claro quiénes somos, de dónde venimos y para dónde vamos, sintiendo con los otros, luchando por los otros…

“…Señor, sueño con morir por ellos, ayúdame a vivir para ellos…”


 EQUIPO ORIENTACIÓN

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